miércoles, 13 de enero de 2016

Restaurante Sudestada, Madrid.






Hablamos de Sudestada.
Había escuchado muchas cosas sobre este restaurante y tenia muchísimas ganas de ir, y cumplieron todas mis expectativas.
Es verdad que el local es muy justito, eso lo sabe todo el que haya estado en este restaurante, cosa que no me sorprende ya que entiendo que es lo que buscan, si habéis tenido la oportunidad de viajar a Asía los locales son muy sudestada.
Como es costumbre nos decantamos por el menú degustación, pero como queremos probarlo todo añadimos un plato más que no nos queríamos perder. Y fue todo un festín.
Lo mejor de esta experiencia sin lugar a dudas es que al ir descubriendo cada uno de los platos, el olor, el sabor, incluso el aspecto hace que tu mente se vaya alejando de Madrid para sentarse en cualquiera de las calles de Asia, ya sea en sus puestos callejeros o en alguno de sus restaurantes. Y eso señores, no tiene precio. 

Para abrir boca este original Bloody Mary 












Pato, nabo, guisantes y vinagreta de apio.







Kimchi maison: col china, mejillones gallegos, chiles mejicanos y jugos de mar.






Nem numero 5: papel de arroz vietnamita, ibérico, butifarra y angula de monte.




Shuiyiao: Masa de trigo, ibérico, manitas de cerdo, edamame y vinagre de ajo negro.








Sopa acida: Caldo de cangrejos, almejas, pochas y setas de temporada


Curry negro: corvina con fondo de cangrejos, berenjena y piña asada.


Curry rojo de vaca gallega



Codorniz tandoori a la brasa.




Mollejas de lechal con chutney rojo.





Vino georgiano fermentado en qvevri (ánfora). Blanco seco con toques en nariz a vainilla y frutas exóticas, en boca nos ofrece toques a almendra tostada.

Postres variados.





Como se describen en su web:
Cocina asiática, con sabores auténticos y materias primas locales.
Una propuesta gastronómica única en el mundo, con platos inspirados en clásicos de Tailandia, Singapur, India, Corea o Hong Kong.
Platos clásicos que parten de la tradición y que dan lugar a platos nuevos, con fusiones extremas.
Se desarrollan con una precisión tan perfecta que parecen platos que existen desde siempre.
Así son y así se describen.

Calle Ponzano 85, Madrid.